jueves, 18 de octubre de 2007

Artistas alaveses critican su exclusión de una muestra en el museo Guggenheim

Recogido de El Correo del día 18.10.07

La exposición incluye obras de doce artistas vascos o formados en Euskadi

MIGUEL ARTAZA

Desde su inauguración, el museo Guggenheim de Bilbao ha sido acusado por algunos expertos de primar en exceso a artistas internacionales y dejar un poco de lado a los locales. Sin embargo, con la exposición 'Chacun à son goût' ('Cada uno a su gusto') se intenta revertir esa tendencia. Y es que la muestra pretende potenciar la creatividad de los artistas vascos contemporáneos, invitándoles a «producir obras que interactúen con los espacios del museo». La comisaria Rosa Martínez se ha encargado de la selección de una docena de artistas, vascos o formados en Euskadi, en la que no hay ningún alavés, lo que ha provocado críticas en los creadores locales.

Para el creador interdisciplinar Imanol Marrodán, la ausencia de artistas alaveses hay que achacarla únicamente «al criterio personal de la comisaria». Considera «una buena noticia» que el Guggenheim se ocupe de artistas locales, y la exposición le ha parecido «correcta». «Hay obras muy potentes, pero creo que se ha obviado a generaciones enteras de artistas. En este sentido, considero mucho más relevante la exposición 'Incógnitas. Cartografías del Arte Contemporáneo en Euskadi', organizada este verano por Juan Luis Moraza, en la que se hacía un recorrido por el arte contemporáneo vasco de la mano de cuatro generaciones diferentes de artistas».

Fito Rodriguez coincide con Marrodán cuando asegura que 'Incógnitas' fue una exposición mucho más completa. Respecto a la ausencia de artistas alaveses, no cree que en el mundo del arte haya que cumplir cuotas, y señala que la proyección del arte vasco «no es la que debería ser».

A Mintxo Cemillán, dibujante e ilustrador, la exposición le parece «poco más que una limosna» a los creadores vascos. «Desde hace varios años las instituciones están desatendiendo a los artistas locales. Y si hablamos de los alaveses, me atrevería a decir que estamos marginados, ninguneados. Para que un alavés disfrute de difusión tiene que 'moverse' en Bilbao o en San Sebastián». Cemillán se muestra muy crítico con las instituciones públicas, «que a menudo delegan en entidades privadas, como fundaciones o los patronatos, para que gestionen un dinero que es de todos. Estas entidades atienden exclusivamente a los dictados del mercado».

Corea y ARCO

Alfredo Álvarez Plágaro valora de forma positiva que «por fin» el Guggenheim exponga obra de artistas vascos, pero echa de menos algunos nombres. «Me extraña que no haya ningún artista alavés, porque en Vitoria hay gente del mismo nivel que algunos de los expuestos». El pintor cree que nadie es profeta en su tierra, y opta por la ironía: «Siempre se valora mejor lo de fuera. Para exponer en Arco, lo mejor es ser coreano». Se refiere a la edición de 2006 (especial Corea), en la que, según él, «había cosas interesantes, pero también muchas prescindibles».

Iñaki Larrimbe cree que «Álava está fuera del panorama cultural. Nuestra ciudad ni genera ni exporta cultura». Cree que las instituciones «deberían apoyar más a los creadores locales». En cuanto al Guggenheim, insiste en que pretende «lavarse la cara, saldar la deuda que tenía con los creadores vascos». Considera al museo bilbaíno «una máquina de atraer turistas».

1 comentario:

Unknown dijo...

Ni conozco a Rosa Martínez, ni he visto todavía la exposición, ni mi pretensión es defender su “acción curatorial”. Expresaré “mi gusto” , cuando vea la exposición. (Habrá que ir a verla)

Creo que la exposición va sobre artistas vascos. Al igual que en la exposición de Moraza, algunos han sido invitados, que no todos. Ahí empate.
Entiendo “lógico” (en la lógica del Guggenheim) que el criterio personal de la comisaria se exteriorice y que elija artistas. Parece que la selección se ha realizado – aprovechando el marco Guggenheim -para potenciar la creatividad de algunos artistas vascos contemporáneos. ¡Que planteamiento más innovador! Claro que si uno ahonda más en la propaganda se entera que la súper-comisaria ha realizado la selección, esperando que los artistas elegidos contemplen “las tensiones e hibridaciones entre lo local y lo global” ¡Joder!

Hay que reconocer que Rosa Martínez tiene una hoja de servicios extraordinaria en la defensa de la contemporaneidad del arte capitalista y como organizadora de exposiciones y dirección de bienales internacionales. Así que entendida en estas labores sí que parece. Por eso me ha parecido un poco ramplón, de entrada lo de “las hibridaciones “ y “las tensiones”. Se ve que se ha tenido noticias de García Canclini

Todo esto me suena a glocalización domesticada a lo Guggenheim, o a que lo vasco, financiado con dinero público suene en los círculos de las perras del arte.
Potenciadora de “la voluntad universalista de la modernidad occidental”, como dice ella que quería conseguir no se si lo conseguirá, pero hay que reconocer que tensión sí que ha generado y sobre todo en Álava. ¡Tranquilidad que el Décimo aniversario pasara pronto!