viernes, 14 de octubre de 2011

Diputación rompe su colaboración con la Asamblea Amarika

nuevos tiempos para la cultura alavesa

Diputación rompe su colaboración con Amarika y suprime el consejo de música

Lamarain da carpetazo a los dos proyectos iniciados la legislatura pasada
Carlos González - Viernes, 14 de Octubre de 2011 -

Vitoria. El pasado 3 de octubre, como cada lunes de principios de mes, los artistas locales agrupados en la Asamblea Amarika asistieron a una reunión en la que quedó de manifiesto, por un lado, su desconocimiento de los planes que tenía la Diputación en lo referente a la colaboración entre ambas partes para la gestión de las salas forales de exposición, y, por otro, los negros presagios que los asistentes tenían al observar que la nueva responsable de Cultura, Iciar Lamarain, ni siquiera quería recibirles. Por eso se esperaba con cierta intranquilidad la comparecencia que hoy tendrá la diputada en las Juntas Generales para desgranar sus planes de futuro, una expectación que ayer casi se satisfizo por completo al explicar la propia dirigente popular que el Ejecutivo ha decidido romper su relación con los creadores del territorio pertenecientes a este grupo y, en paralelo, hacer desaparecer el Consejo de las Artes Musicales.
De esta manera, desde la Casa de la Provincia se pone punto y final a su política de los últimos años, encaminada a hacer una gestión horizontal de sus recursos culturales, contando con la implicación directa de la comunidad artística alavesa, una idea impulsada por la ex diputada Lorena López de Lacalle (EA) que ya se encontró con reparos y alguna marcha atrás cuando la jeltzale Malentxo Arruabarrena llegó al cargo y que ahora certifica su defunción.
En el caso de Amarika, según las declaraciones que la responsable popular realizó ayer a Radio Vitoria y que a buen seguro completará hoy en Juntas, la idea de Lamarain es clara: la Diputación tiene funcionarios que estos años han estado arrinconados e infrautilizados y que, sin embargo, son válidos para hacer una programación expositiva propia y de calidad. Es decir, debe ser la institución la que controle y organice sus recursos (Amárica, la Casa de Cultura y Archivo) sin dejar que otros "hagan lo que quieran", y que si alguien quiere proponer algo, tiene las puertas abiertas pero no preferencia de nada.
Sin entrar a valorar en ningún momento el trabajo realizado por el Proyecto Amarika durante estos tres últimos años (que ha sido reconocido dentro y fuera de la provincia estableciendo relaciones y colaboraciones con museos y centros de arte del Estado y Europa, y que ha supuesto un fuerte impulso para un buen número de creadores emergentes), la responsable foral dejó ver en sus palabras que esta decisión no está relacionada con la crisis, sino con su apuesta por otro modelo de gestión de las salas forales dedicadas hasta el momento al arte contemporáneo, aunque nada comentó sobré qué hará su administración para ayudar a la creación local por ejemplo a través de programas de becas.
Un argumento parecido sirvió también para justificar la desaparición definitiva del Consejo Asesor de las Artes Musicales, muy tocado ya desde la época de Arruabarrena y la dimisión del contratenor Carlos Mena. En este caso, el órgano consultivo también impulsado por López de Lacalle no ha cumplido ni un año y medio de funcionamiento.
En este sentido, la actual diputada argumentó que con menos dinero que el utilizado por la institución en 2010 se han recuperado las esencias de festivales como el de música antigua y el de órgano, aunque se olvidó mencionar que ninguna de las dos iniciativas habían desaparecido, sino que se habían incluido en programas más amplios que llegaron a un mayor número de puntos de Álava ofreciendo más conciertos de un abanico estilístico más amplio.
De todas formas, será hoy, en el seno de la comisión de Cultura de las Juntas alavesas, cuando la nueva responsable del área tenga la oportunidad de desarrollar sus motivaciones y argumentos, así como sus objetivos.

sábado, 1 de octubre de 2011

CULTURA Y SILENCIO

Comienza a ser preocupante la situación de la cultura en Álava y el aparente silencio sobre el que gestiona la Diputación Foral, desde hace ya varios meses, sobre espacios generadores de cultura.

Cierto es que la llamada crisis económica ha realizado recortes en todos los sectores y que la cultura, injustamente, pero como siempre, ha sido la primera pagana de una recesión que desde luego ella no ha creado.
Está abonado el campo para que se mantenga la idea de congelación de recursos, como en el caso de Artium o que la siembra de recortes presupuestarios del último ejercicio continúe, a pesar de que los indicadores hablan de repuntes y mejoras de la situación económica en el territorio.

Así hemos visto la desaparición de KREA, sin que nadie haya dado una explicación del resultado de costes para la obra social.

Otros espacios como los generados por la Asamblea Amarika sufren de la misma situación. En este caso la Diputación está actuando, por el momento, bajo la idea de “ahora no puedo atenderte, pero corto cualquier actividad que suponga algún gasto”. ¿Un cierre de persiana silencioso? Espero que no.

No hay ningún indicador previo, excepto lo ya referido, para decir que la Diputada de Cultura no vaya a estar a la altura de las circunstancias, espero que su gestión sea positiva. Un deseo que se funda en la necesidad de la mejor promoción posible de la cultura, el arte y la creación plástica desde una perspectiva contemporánea. Objetivos que también contempla la Asamblea Amarika y que desde el principio relacionó con la necesidad de aunar arte y sociedad, incentivar la producción de pensamiento y la creación emergente joven y local.

Convencido de que la Diputada tendrá en cuenta el trabajo realizado, me gustaría desde aquí, que apreciara la dedicación de personas al proceso de gestión participativa, lo que ha supuesto durante estos años Asamblea Amarika y cómo desde el principio vieron la necesidad de construir una asamblea lo más integradora y representativa posible, siempre abierta a toda persona creadora, intentando recoger y motivar la presencia de la comunidad artística.

Durante estos años han realizado una importante oferta de debates, encuentros, más de 60 eventos expositivos, mesas de trabajo con todas las instituciones públicas y en los tres niveles que se dan en nuestro territorio, explicaciones, etc. La poesía, la performance, la danza, el cómic, el cine, la arquitectura efímera, la pintura, el vídeo, la fotografía… y también un trabajo hacia las personas más jóvenes , proyectos , en este sentido, co-gestionados con el Ayuntamiento, etc.

El Proyecto Amarika ha colaborado con muchas instituciones de dentro y fuera de nuestro espacio, asociaciones, centros de arte como por ejemplo: Audiolab, Arteleku, Artium, Montehermoso, Espacio Abisal, Sans Soleil, KREA,Fundación Cristina Enea, Fundación Escuela Artes y Oficios de Vitoria, ARICH, Instituto Cervantes de Munich,…. Han abierto espacios al comisariado desde el programa Inmersiones o exportado algunas de sus programaciones a otras salas, como a las de música experimental. También han avanzado en el campo de programas de intercambio, como el de Oberbayern Künstlerhaus de Baviera (Alemania). Aunque el número no es lo importante, debido todavía al carácter minoritario del arte contemporáneo, durante este tiempo más de 15.000 personas han visitado, trabajado, experimentado o participado con la asamblea.

Toda esta actividad fue calificada por el Observatorio Vasco de Cultura como un modelo innovador y ejemplar de gestión cultural. Un modelo que se ha constituido como referente y ha sido invitado a ser explicado en muchos centros de arte, encuentros o conferencias foráneas.

Muchas de las personas de la asamblea, recordemos siempre abierta a todas en la toma de decisiones, vieron la necesidad de colaborar en las políticas culturales de la Diputación Foral de Álava mediante el compromiso y la presencia activa en la co-gestión de diversos espacios públicos expositivos Porque entendían que la participación ciudadana es un buen indicador cuantitativo y cualitativo de la "calidad democrática" de una sociedad.

Sobre esa idea de que “más participación es más democracia” defendieron y defienden un modelo basado en la idea de pluralidad y trabajo en común, en la gestión conjunta de los recursos públicos junto con la Administración, siempre y cuando se tenga en cuenta y se potencie que la experiencia ciudadana puede ser una sinergia fundamental o dicho de otra manera, que se respete la idea, por ambas partes, de corresponsabilidad civil. Volcados hacia un terreno común o procomún que construir, en este caso la cultura.

Es verdad que esta iniciativa ha visto disminuir su presupuesto, prometido desde el inicio y que nunca recibió, de 228.750 €, (cantidades, que por cierto ya dedicaba la Diputación hace cinco años) hasta quedarse en el actual de 190.000 €; tampoco recibido.

Como el balance parece innovador y positivo, ya se le han aplicado con creces los ajustes y la crisis no puede ser una coartada para nadie, extraña la tardanza y de ahí la preocupación.

Es de confiar y esperar que se concrete la dosis de prudencia de la que gusta hacer gala la Sra. Diputada y que se haga realidad el anuncio que realizó de que no aplicaría políticas restrictivas.

 José V. Cos